EL VIAJE.-
Salimos de Oviedo el miércoles a las 17h en
coche en dirección al aeropuerto de Santander, paramos a tomar un cafetín con
unas corbatas en Unquera,; Javier y su grupo de fans formado por su esposa Mº
Jesús y un grupo de amigos que lo siguen por todas las maratones a donde vaya
irán el viernes. Un total de cuatro horas, dos en coche y dos con Ryanair,
derechos a Milán, llegando a la ciudad italiana ya de noche; cogimos el bus y
en cincuenta minutos nos dejó en la Stacione Centrale donde cogimos un taxi
hasta el Hotel NH.
El
jueves madrugamos para aprovechar bien el día y poder patear la ciudad,
comenzamos, como no, por IL DUOMO, que nos pillaba a dos pasos del
hotel, magnífica catedral gótica, con 157 metros
de largo y puede albergar 40.000 personas en su interior. Las ventanas mayores
del coro tienen la reputación de ser las mayores del mundo, es
impresionante hay que verlo para apreciar toda su belleza, con una plaza con
sus palomas y turistas sobre todo a las horas punta. Y pegado a él, la Gallería Vittorio Emanuele II, que conecta con la Piazza
y el Teatro della Scala, también espectaculares con sus tiendas de moda y cafés. Desde
la plaza si cogemos la Vía
Dante, calle empedrada y muy comercial, llegamos a otro de los monumentos
importantes, Castello Sforzesco que actualmente alberga un museo de arte, constituido por un
gran parque a Norte del edificio el Parque Sempione, tiene una planta cuadrada, con el lado de 180 metros y cuatro
torres angulares, donde hay caminos para pasear y correr, y en su extremo
superior otro monumento que no hay que perderse, Il Arco della Pacce, Y ya de
vuelta podemos pasar por La
Scala, que queda al lado del Duomo, y aunque por fuera no es gran cosa, el
interior sí que merece la pena. Para comer, no hay ningún problema, ya que en
cualquier rincón hay un bar/rte donde no falta la buena pasta o pizza. Por la
tarde, después de descansar, salí a correr un poco por el Parque, hice
unos 40´ tranquilamente más que nada para quitarme la ansiedad, y
cuando volvía al hotel ya empezaba a llover, cosa que no cesó en toda la tarde
y día siguiente.
El viernes, como no se podía pasear mucho, fuimos a visitar la Pinacoteca di Brera, contiene una de las más destacadas colecciones de pintura
italiana, donde acabas atiborrado de arte, y luego nos dedicamos a pasear
por el típico Barrio de Brera ,
con sus calles estrechas y adoquinadas y sus bares donde hay pasta por todas
partes. Por la tarde, siguiendo la visita cultural, vimos la Basílica di Sant´Ambrosio y San Lorenzo Magiore, Ya por la
noche, esperamos a Javier que venía de Madrid, y fuimos los tres a cenar al
Papa Francesco, un bar muy familiar y con rica comida. Y nos fuimos al hotel a
esperar al resto de la expedición que llegaron a media noche.
A
la mañana siguiente, Javier y yo salimos a soltar un poco las piernas, fuimos
corriendo hasta el Parque Sempione y después nos fuimos a la Feria del
Corredor, que estaba en metro bien cerca del centro. Ya había numerosos
corredores, así y todo las colas para recoger el chip y la bolsa iban muy
rápido. La bolsa que nos dieron, normal, propaganda, barrita energética,
bebida, dos esponjas y poco más, y la camiseta conmemorativa. No había tampoco
muchos stands deportivos, era una feria pequeña con lo justo para salir del
paso. Así que con las mismas nos fuimos de allí cerca de las dos de la tarde,
que el estómago ya pedía comida, habíamos quedado con todo el grupo por el
centro en busca de la pasta de cada día, cargamos bien las pilas y de vuelta
para el hotel, a ver “cine de barrio”.
La
tarde se nos pasó rápido, entre preparar la estrategia, la ropa, ver el plano
de la carrera, etc, cuando nos dimos cuenta ya era la hora de cenar, más pasta,
jeje. Y para la cama que a las 6,30 h tocan diana.
Muy
poco dormimos, cuando tocó el despertador, ya estaba despierto; lo primero que
hice fue mirar por la ventana a ver qué día teníamos, estaba medio nublado, bajamos
al comedor donde fui el primero en llegar, y el desayuno de siempre, fruta,
yogur con cereales, algo de bollería y café con leche.
Salimos del hotel sobre las 8 h., la salida se encontraba en las afueras
de Milán, concretamente en la Fiera
Rho, un inmenso espacio logístico de los mayores de europa, la mañana era
fresca y el cielo nublado… Desde donde nos dejó el taxi (también se podía ir en
metro pero había que madrugar un poco más) había que cruzar andando la larga
pasarela (10´) para llegar a la línea de salida, con lo cual no hizo falta
calentar mucho más, buscamos el cajón de salida. Mi cajón era el peto Verde, en
la segunda línea de salida. La música a todo volumen, los nervios a flor de
piel y suena el pistoletazo de salida…. En 42 segundos paso por el arco de
salida, y comienza la carrera por una calle bien ancha suficiente para absorber
a todos los corredores, voy sorteando como puedo haber si logro coger el ritmo
adecuado, mi idea es salir alrededor de 4´45´´/km. Salimos del polígono ya por
una carreterina más estrecha pero muy guapa totalmente llana, con prados
alrededor lo cual hace menos monótona la carrera ya que por aquí no hay nadie.
Me cuesta un poco coger el ritmo adecuado así que tico el Primer Cinco mil
y marca 23´52´´1, lo cual significa una media de 4´46´´, más o
menos lo previsto. En el primer avituallamiento tomo un par de tragos de agua
que aunque no apetezca hay que beber igual. La mañana sigue siendo fría aunque
ya voy entrando en calor.. pasamos ahora por una zona boscosa (Bosco in Citá) y
en el km 8 giramos a la izquierda (Parco di Trenno) en un pequeño bucle donde
se encuentra el km 10. Tico este segundo Cinco mil en 23´22´´6, a 4´40´´/km, lo
cual está muy bien ya que compenso el primer cinco mil. Sigue la buena
temperatura para correr, así que no hay disculpa. En el km 12,5 pasamos por
delante del mítico Stadio di
San Siro, que lo bordeamos
totalmente (y es bien grande), y nos plantamos ya en el km 15; este Tercer
Cinco mil lo paso en 23´38´´3, 4´43´´, o sea, que muy bien, y sobre todo
sin ninguna molestia en la temida pierna. Después de otro pronunciado giro a la
derecha ya entramos en una zona más fea, ya por calles todavía en las afueras
de la ciudad pero aproximándonos ya a ella. En el km 17/18 ya estamos en plena
ciudad, y en el 19 cogemos el Corso Sempione (por donde volveremos a pasar en
el 39), es una larga calle donde ya hay algo más de ambiente, me tomo el primer
gel antes de que llegue km 20, el Cuarto Cinco mil lo paso en 23´42´´3 a
4´44´´/km. El próximo objetivo ya será el paso por la Media Maratón, ya se ve
una gran aglomeración de público animando, a lo lejos el arco de paso del
Medio, se ponen los pelos de punta. Paso por la alfombrilla de la Media en
1h.39´47´´, a 4´44´´/km, ¡¡ya sólo quedan otros 21.097 mts!!! , voy muy bien,
la carrera va discurriendo por una zona de calles bien anchas, algún que otro empedrado,
y nos vamos hasta la Stazione Centrale, en una calle que subimos y bajamos
(siendo llana) hasta alcanzar el Quinto Cinco mil, en La Porta Venezia, lo tico en 23´30´´6, a
4´42´´, mejor de lo previsto. Nos estamos aproximando a las dos horas, todavía
queda un mundo pero voy a buen ritmo. Enfilamos otra larga calle que también es
de ida y vuelta y entramos en el Corso Venezia, nos vamos acercando al centro
histórico de Milán, la Vía S. Paolo y la Piazza
del Duomo.
Aquí el gentío es importante, animando mucho, y las emociones
suben a lo más alto, veo a Dolores (en realidad me ve ella a mí) me hace unas
fotos y sigo como un rayo, aunque con cuidado porque el suelo es adoquín y hay
que mirar dónde se pisa. El km 30 ya está a la vista, en la Piazza della Scala, igualmente
en este punto el gentío es enorme, tico el Sexto Cinco mil en 23´50´´6, a
4´46´´, estamos en tiempo. A partir de aquí empieza realmente el maratón, el
temible muro se puede aparecer en cualquier momento, pero quién dijo miedo¡¡ me
tomo el segundo gel aprovechando un avituallamiento y comienza la cuenta atrás;
a partir de ahora, como siempre, tomo el tiempo km a km, del 31 al 35 que ya
está ahí, me sale en 23´55´´8, a 4´47´´/km, bastante bien, estamos ya sobre las
dos horas y cuarenta y cinco minutos, que también las tengo entrenadas. Tomo el
último gel, voy en un grupo que va a un ritmo bueno y los puedo seguir sin
problemas. Esto ya está casi hecho, los últimos kms hay que ir a muerte, no hay
dolor que valga, del 36 al 39 entramos en una zona de calles más estrecha y muy
desangelada hasta volver a coger el Corso Sempione; el km 40 al alcance,
24´26´´7, a 4´53´´/km, estos cinco kms son los peores, pasamos por il Arco della Pace y ya veo el 41, vamos dándolo, tengo
los 200 minutos al alcance de las manos, el público nos lleva en volandas, un
último esfuerzo ¡¡ya se ve al fondo la Meta!!, entramos en la zona
vallada, el Castello a nuestra derecha, la larga recta, ¡¡!META¡¡ con 03:20:53, contentísimo, miro entre el
público y veo a Dolores que me hace varias fotos. La segunda Media la
hice en 01;41;06, es decir un minuto y diecinueve segundos más lenta que la
primera parte, lo cual no está nada mal.
En
la meta me ponen la medalla, y vamos caminando en busca de bebida, fruta, te,
etc, hicimos unas fotos y salgo en busca de Dolores que me está esperando junto
a la valla, me hace otras fotos al lado de la fuente del Castillo, esperamos a
que llegue Javier, le vemos entrar (vaya carita… como todos) y nos vamos hacia
el hotel en busca de una buena ducha calentina.
HASTA EL PRÓXIMO …. CIAO.
Impresionante como siempre, Nicols; me has hecho vivirlo y hasta me he cansado un poco yo también. ¡Molto bravo!
ResponderEliminarEnhorabuena!! por un nuevo y maraton y buen tiempo en ella.
ResponderEliminarsaludos
Muchas gracias, Esquius y Davidcapa, buen maratón y buena semana por Milán, que no va a ser todo correr.
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