viernes, 18 de noviembre de 2022

MARATÓN DE VIENA

 

Esta maratón de Viena fue un tanto especial, por culpa de una lesión que hizo que prácticamente no pude entrenar nada. De hecho, no realicé preparación específica alguna, ni una serie, sólo rodajes y tres tiradas largas de 26 y 30 kms. La única razón por la que fui es porque íbamos un grupo de amig@s y me daba rabia no acompañarles, así que me dije, bueno, voy a salir y si llegando a la MM no me resiento, continúo hasta el final, con lo cual saldría sin ningún objetivo de tiempo, simplemente terminarla con un crono decente.

  Salimos de Oviedo el viernes por la mañana en dirección a Santander para coger el vuelo con Ryanair directo a Viena. Eramos un grupo numeroso, en un coche íbamos Dolores y yo con Pili y Urbano, y en el otro coche iba Alfredo y Marián con Ana y Leandro (ellos fueron la noche anterior y se quedaron a dormir en Santander, tenían miedo perder el avión…).

El vuelo sin problemas, en el aeropuerto nos estaba esperando un Uber para llevarnos al hotel, un NH muy céntrico y bien situado. El día estaba nublado, un poco lluvioso, nos fuimos a comer a un mercado donde había algún bareto, y empezamos con la pasta.

Por la tarde salimos hacia la Feria del maratón, que estaba un tanto alejada, en busca de los dorsales y tantear un poco el ambiente. Entramos sin problemas, las colas para recoger el chip y la bolsa no eran grandes e iban muy rápido, no valía mucho, la bolsa del corredor de lo más pobre que vi, no había ni camiseta ni nada, propaganda solamente, así que nos fuimos rápido


                Para cenar habíamos reservado en una pizzería cerca del hotel, y con las mismas nos volvimos para el hotel, que había que recuperar fuerzas.

A la mañana siguiente no madrugamos mucho, bajamos a desayunar y después Dolores y yo salimos a dar un paseo por la ciudad, que ya conocíamos pues ya estuvimos hace años. El resto del grupo prefirió coger un bus turístico, de esos que te hacen una turné por la ciudad y no te enteras de nada… Quedamos para comer en un restaurante que ya conocíamos,  junto al Belvedere, buena comida, y buena cerveza, en un sitio muy agradable, y para el hotel a descansar toda la tarde. La cena, también habíamos reservado en otra pizzería cercana al hotel, más pasta y cerveza y para el hotel que mañana iba a ser un día muy duro.

Dormí bastante bien, cuando tocó el despertador, ya estaba despierto; lo primero que hice fue mirar por la ventana a ver qué día teníamos, era todavía de noche y bajé a desayunar, eran las 6,30 h, de los primeros, el desayuno muy completo, el de siempre y a la habitación a prepararse. Pedimos un taxi pues la salida estaba en las afueras a mucha distancia, le costó al taxista llegar pues estaban todas las calles cortadas y hubo que dar un gran rodeo, pero llegamos a tiempo.

LA CARRERA.-

                La carrera sale a las 9,00, los cajones bastante mal organizados, de hecho nos colocamos en uno que no era el nuestro, y a calentar que hacía un poco frío.


                Como dije, en esta maratón tenía un único objetivo, que era el terminarla lo más dignamente posible siempre y cuando la lesión me lo permitiera, así que salí relajadamente con la idea de coger un ritmo próximo a 5´20´´/km, para terminar por debajo de 3.45. Y así fue, transcurrían los kms a ritmos previstos entre 5´20 y 5´25 y con buenas sensaciones.  De hecho la Media la paso en 1.51.30, a un ritmo de 5´17´´, o sea, más rápido de lo previsto. El circuito era llano, sin repecho alguno, pasamos por el circuito donde Kipchoge bajó de las dos horas (aunque no fue reconocido). Por el km 16 pasamos por el imponente Palacio Schonbrunn y por el 20 ya en plena ciudad, nos vamos por la calle donde teníamos el hotel, y allí están Dolores y Marián animándonos. Desde aquí nos vuelven a sacar de la ciudad en dirección al Prater, son los peores kms ya que son rectas largas de ida y vuelta (en una de ellas veo a Alfredo). En esos kms 30-33 hay varios giros de 360 º y me voy hasta los 5´35´´ pero enseguida recupero el ritmo, ya estamos en el 40, un poco de subidina  y enfilamos los dos últimos kms a buen ritmo. La recta de llegada emocionante como siempre, mucho público a los lados, y como no, allí están Dolores y Marián animando como locas, casi me da tiempo a parar, ya que iba bien, y entro en meta, con gran alegría, pues no las tenía todas conmigo. Allí están ya Alfredo (que no consiguió bajar del 3.30) y Leandro, que hizo una buena carrera, y Urbano, gran carrerón (3.16.13). Con un tiempo de 3.43.31, y a un ritmo de 5´18´´/km, quedando el 1699 de la general y el octavo en la categoría, así que más que contento.




Hacemos las fotos de rigor y nos vamos hacia el hotel donde nos espera una buena y merecida ducha.

En resumen, una maratón diferente a todas las realizadas hasta ahora, pero que me dejó un gran sabor de boca, fui totalmente relajado a unos ritmos que eran prácticamente los de un entreno por Caces y en una ciudad muy bonita y con una compañía inmejorable, qué más se puede pedir… bueno, sí, que nos respeten las lesiones, lo demás ya lo ponemos nosotros de forma altruista.  




 

Ahora a pensar en la próxima, para el otoño del 2022, Frankfurt???