Con el día que hizo ayer, nadie esperaba una mañana tan esplendida para correr, fría pero luminosa; nos juntamos los cinco magníficos (?) en Caces, y sin más dilación salimos que había mucho trabajo por delante. Pronto se vio que los tres mosqueteros estaban compinchados, efectivamente, llegados al paseo de las hojas, Alberto, Javier y Roberto (que reaparecía) se empezaron a retrasar, así que Platas y yo seguimos a buen ritmo, me llevó en volandas hasta el puente de S.Andrés, donde pasamos por debajo de 59´, allí me dijo adiós, tiró hacia la fuente y yo continué en busca de Tuñón primero y del km3 después. Así que tenía por delante una media maratón en solitario, es la llamada SOLEDAD DEL CORREDOR. Paso por Tuñón por debajo de 1h10´ y sigo en busca del km3, me cruzo con algunas bicis y algún que otro paseante, algunos perros me ladran, y poco más que contar, llego a la entrada de Villanueva donde está situado el km3 en menos de 14´ lo cual está pero que muy bien, doy la vuelta bajando más rápido y llego a la fuente de Tuñón, llevo 1h37´46, es hora de tomar un gel y un buen trago de la magnífica agua que sale abundante. Cinco minutos y vuelta, cuesta un poco arrancar pero enseguida recupero el ritmo, voy muy cómodo, y en un plisplas me encuentro en Trubia, faltan los últimos cinco kms que son los más duros, con los kiwis, las gallinas y las vías..... llego a Caces en 1h 06´ 38´´, lo cual hace un total de 2h´.44´24´´ en los casi 32 kms, allí no había nadie, así que me cambio rápido, entro en la tiendina, me compro unos plátanos que llegaba con el estómago vacío...
Y el próximo sábado más...
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